En un entorno donde la arquitectura busca responder cada vez más a las necesidades emocionales y funcionales del habitar contemporáneo, surge la vivienda JR como una propuesta residencial de gran escala que reivindica la nobleza de los materiales en su estado más puro. La construcción de este proyecto se desarrolla a partir de estrategias integradas de diseño arquitectónico e interior, que convergen para alcanzar un alto nivel de especificación técnica y espacial.

La composición arquitectónica se articula a partir del uso de elementos naturales incorporados en la fachada, aportando movimiento y un carácter orgánico al conjunto de volúmenes. La estructura metálica expuesta no solo cumple una función estructural, sino que también se convierte en un recurso expresivo del lenguaje arquitectónico, permitiendo la generación de espacios amplios, fluidos y con óptima iluminación natural. El esquema funcional se distribuye en dos niveles. En planta baja, las áreas sociales se abren generosamente hacia el patio posterior, promoviendo una relación directa con el exterior.

Estas se complementan con zonas de bodega, lavandería y una habitación de servicio estratégicamente ubicada. En el segundo nivel, un puente estructural metálico actúa como eje articulador del proyecto, conectando cuatro dormitorios y un family room, todos unificados por un mismo lenguaje material y espacial. Este proyecto no solo responde a una intención formal, sino también a una forma específica de vivir la arquitectura.

Vivienda JR es el resultado de un proceso colaborativo entre diseño arquitectónico, interiorismo y construcción: un proyecto integral donde cada espacio fue concebido para fomentar el bienestar de quienes lo habitarán. La continuidad de los materiales, la integración de elementos naturales y la atención al detalle construyen una narrativa coherente, desde el acceso principal hasta la intimidad de cada habitación. No se trata únicamente de una vivienda, sino de un hogar proyectado para trascender en el tiempo, donde la estética, la funcionalidad y la experiencia de habitar convergen en equilibrio.

Cada decisión proyectual responde a criterios de habitabilidad, durabilidad y eficiencia, con una clara intención de permanencia y bajo mantenimiento. La vivienda se configura, así como un sistema integrado entre estructura, envolvente y espacio, donde cada componente cumple un rol arquitectónico específico dentro del conjunto.